sábado, 6 de febrero de 2010


FALTA DE LIDERAZGO

Una agrupación del tipo que sea, y ya no digamos política, tiene que tener un o una líder clara y definida. Un elemento del grupoque sea la referencia de los demás. Por supuesto eso no excluye la discusión, la aporación de ideas y el cambio de estrategia si la mayoría lo estima por oportuno. Eso es una cosa. Y otra muy distinta que no haya ninguna persona que sea capaz de aglutinar los sentidos y sentimientos de una gra mayoría y sin son todos y todas tanto mejor.

Eso lleva a una situación grave. A una situación que provoca que cada cual elija un camino distinto y no siempre acertado, que falte comunicación o que ésta derive en discusiones estériles que no favorecen en nada el progreso constructivo del grupo. Y lo que puede ser más destructivo aún es que surjan varias cabezas para apadrinar un liderzgo, que si bien y participando del sentido democrático es bueno e incluso sano, puede derivar en unas luchas intestinas que acaben por derrumbar lo que queda del edificio. 

No quisiera finalizar esta reflexión (demasiado real, tristemente real) sin lanzar una pregunta al aire internauta ¿de verdad alguien piensa que se puede progresar en una agrupación sin una persona que sepa capaz de dirigir el trabajo que hay que realizar o por lo menos, tener la capacidad de actura y que esa actuación sea tenida en cuenta y seguida por la gente de esta u otra agrupación? 
La respuesta, creo, está demasiado clara.



 

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