jueves, 8 de abril de 2010

LA FILOSOFÍA DE LA DERECHA















Con los casos de corrupción generalizados que se nos están mostrando ante nuestros ojos por parte del Partido Popular, se confirma una máxima en la política de esta agrupación política de derechas o ultraderechas, según se mire, perteneciente a un país, que es capaz de sentar en la silla de los acusados a un juez que ha rebuscado en la herida mal cerrada como es la que dejó la guerra civil y los 40 años de franquismo.


Y es que durante el aznarismo se instauró un sistema donde el color del dinero se convirtió en el color que todo lo podía. No había nada que se le resistiese. Se olvidaron los valores más básicos de honestidad, honradez y compromiso. Se instauró la cultura del enchufismo y del pelotazo de una forma descarada y donde, y esto es lo peor de todo, la población, y sobre todo la clase media, lo veía con buenos ojos. Es más, esta clase media se convirtió en una clientela servil y miserable de aquellos y aquellas que utilizaban el poder para enriquecerse y comprar voluntades. Y si no, fíjense ustedes lo que está pasando en la Comunidad de Madrid, de Valencia o en la propia Región de Murcia.

Lo del caso Gürtell, el caso del señor Jaume Matas, o los casos repetidos que se vienen sucediendo en determinadas CC.AA., como es el caso de nuestra Murcia querida (caso Zerrichera, caso Totem, el de Librilla,...) sólo demuestran como esa "incultura", ese cáncer, apoyado por buena parte de una población complaciente y generosa con mostrar su trasero para que sea maltratado con el falo podrido y maloliente del señorito de siempre, que hiede a épocas que añoran y que esperemos nunca vuelvan, se ha convertido en lo común, en lo predominante, en lo aceptado. Sorprende, pero ahí están las encuestas y el sentir del pueblo llano.

Es por ello que si de esta situación no sale una conciencia colectiva crítica y con un apetito insaciable de la verdad y de castigar al "malo" o a la "mala", de esta película de serie B (y perdón por la comparación) decididamednte esta sociedad está enferma de muerte.

A Mariano Rajoy le dedicaré, en exclusiva, un próximo articulo en este, MI blog. Ahora, sólo diré, que simplemente tendría que dimitir por falta de liderazgo y, posiblemente, por consentir la mierda que genera su partido.

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