miércoles, 24 de febrero de 2010

NO ES SERIO ESTE CEMENTERIO


           

          Me he permitido tomar el título de una canción de Mecano, de su disco “Entre el cielo y el suelo”, el cual recomiendo con muchas ganas y nostalgia, para dar título y valga la redundancia, a este nuevo artículo de opinión. Espero que la SGAE no me llame la atención.

            Y es verdad, y supongo que habrá mucha gente de diversa ideología política que esté de acuerdo con migo, en que cuando uno ve a esos políticos, y políticas, que llevan toda la vida democrática (y en muchos casos algo más) en primera línea de fuego (político, claro está), puede reír o llorar, pero nunca permanecer indiferente ante tan sorprendente espectáculo. Porque muchas veces, demasiadas diría yo, lo que aparece ante nuestros extrañados ojos, es un desfile de dinosaurios que no parecen darse cuenta de que su tiempo ya pasó, de que hay que dejar, poco a poco, ya no digo de golpe, el camino libre a otras personas que llegan con ganas, con fuerza y, posiblemente, aunque no siempre, con ideas renovadas.

            Cuando se contempla a esos alcaldes eternos, a esos dirigentes que no ceden en su mandato y que incluso, si alguien osa disputárselo buscan cualquier estrategia para mantenerlo. Se colocan a la defensiva, no admiten críticas y encima te piden explicaciones. Porque la democracia es para otros, no para ellos (o ellas, que de todo hay en el  lodazal político).

            Porque como dice la canción, no es serio este cementerio. Un cementerio de políticos o pseudopolíticos que bien se aferran al sillón (con la ayuda inestimable del votante) o que lo intentan conseguir recordando tiempos ya pasados, posiblemente gloriosos, pero ya pasados. Y es que las nostalgias mal llevadas son tan negativas como los presentes faltos de realidad.

            Y bien es cierto que la sapiencia de personas que han estado en política, que han luchado contra la dictadura del genocida Franco, que han dado forma, de alguna manera, al país que hoy tenemos, es merecedora de tenerse en cuenta y, por supuesto, de respetarse e incluso de admirarse. Pero qué sano es, que lección tan bien dada ver como alguien que lo ha sido todo o casi todo en política, sin tener que llegar a perder unas elecciones o que alguien le diga, - “retírate ya” - , coge otro camino y libera la vía para que la locomotora (si es que hay locomotora, que ese es otro tema) se aproxime a la estación.

            Y por supuesto esto una opinión, como colores hay y como gustos. Por eso es aplicable a la derecha, a la izquierda, al centro y hasta los de los extremos más extremistas.

2 comentarios:

  1. ¡Qué razón tienes! Pero más allá iría yo: hasta las instituciones reformaba... Reconduciendo el dispendio del estado autonómico, la atomización de la administración. Y más aún, regularía la accesibilidad a la carrera política; ¿sigue siendo válido aquello de que todos valemos para todo, si nos eligen para ello?
    Una empresa elije a sus directivos, pero teniendo en cuenta principalmente su capacidad para crear beneficio. ¿Qué diferencia ese interés de un Gobierno, un Gobierno Regional, o un Ayuntamiento? ¿Debo creer que el profesional de la política zutanito, cuya única misión en la vida ha sido pasar de un raspón graduado escolar a miembro juvenil del sindicato pesperito, para luego coordinador local de las juventudes hitlerianas generacionales, y luego candidato más joven de la -cerrada- lista regional, es el más válido para representarme? ¿Eso es democracia?
    No hace falta caer en una miserable aristocracia, pero estoy convencido de que existen miles de profesionales formados en ambos partidos para regenerar la forma y el contenido de la política, que haga que los plenos de los congresos se parezcan más a los protagonizados por Azaña y Ortega, allá en la vieja España de la República, en vez de a una edición matutina de Tómbola.
    No todo lo viejo es malo, ni lo nuevo es bueno. Es malo el viejo apoltronado al que aludes, pero también el joven irreverente e iletrado de algunos 'reformadores' actuales.
    Un abrazo

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  2. Por cierto, ¿por qué no añades un lector de feeds, que resulte más sencillo seguirte el blog? Un saludo

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